Hombres, Lobos y hombres

Gravita en torno a los sentimientos de decepción, desaliento e impotencia; se trata de obras que operan en los ángulos ciegos de la ética humana, ya sea a escala general -a través de cuestiones trascendentes y simbólicas-, o a escala particular -cuando aluden a hechos concretos o a agentes sociales específicos-. Algunas inciden en los vínculos entre política, memoria y violencia o entre representación de la violencia y espectáculo massmediático, otras evidencian la corrupción y sordidez del poder, o el profundo arraigamiento social de los prejuicios machistas y su minimización política; todas nos fuerzan a reflexionar sobre la trascendencia del comportamiento personal y colectivo y sobre los límites de la impotencia.

Espacio Vital

Hace referencia directa tanto al espacio físico -arquitectónico y urbanístico, territorial y fronterizo- como al espacio identitario en dos subprogramas bien diferenciados Urbanos, “islados” y trasplantados y Latinos en el mercado del arte. Los vídeos del primero critican las políticas de desarrollo en el espacio arquitectónico de las ciudades planteando los contrastes entre prosperidad urbanística y aplastante subdesarrollo; también la vigilancia y el control, el usufructo de territorios ajenos y la contaminación tóxica y militar por parte de los ejércitos imperialistas. Otras obras tratan las consecuencias del desarraigo, las contradicciones de las políticas fronterizas, la condición de extranjero y la resistencia a la pérdida de identidad. Latinos en el mercado del arte hace referencia a ese otro tipo de espacio vital necesario en el mundo del arte para la supervivencia o visibilidad: al tensionado equilibrio entre los condicionantes de sus mediadores (mercado, instituciones, críticos y curadores) y las decisiones personales de los artistas.

A mi manera. Lecciones de supervivencia local

Este programa está basado en la experiencia testimonial y se resuelve formalmente en la entrevista o el retrato (personal o colectivo) y conceptualmente en la noción de resistencia. En la parte I, los artistas proponen los retratos de las personas con quienes comparten su cotidianeidad desde las perspectivas más diversas; desde la descripción fidedigna de un lugar específico, un nombre propio y una acción habitual, a la ficcionalización de una vida que consigue explicarnos más que la propia realidad; es la cámara intersectando el contexto inmediato de los artistas. La parte II (Comunidades) está compuesta por tres videos de carácter documental que se toman su tiempo para sumergirnos en la vida diaria de tres grupos sociales con perfiles muy distintos; el retrato de los universos particulares que conforman estas comunidades pasa siempre por la superación de los límites que impone el día a día y por la proyección de deseos y sueños; en definitiva, por la esperanza. Finalmente, la muestra pivota en torno a un clásico del cine experimental colombiano, Agarrando pueblo. Los vampiros de la miseria (1978), de Luis Ospina y Carlos Mayolo. Se trata de una película de ficción que simula ser un documental sobre los cineastas que explotanl a miseria con fines mercantilistas y sobre el consumo de imágenes de la marginalidad que hace el público del primer mundo. Estos cineastas del Grupo de Cali la concibieron como una crítica mordaz a la pornomiseria, representada en el oportunismo de los documentalistas deshonestos que en los 70 hacían "documentales socio-políticos" en el tercer mundo con el objeto de venderlos en Europa y ganar premios.


La lógica de la supervivencia (2008), de Gabriela Golder

Estimados vecinos (2006), de Christian Bermúdez

Surfing Buenavista (2008), de Kasia Badach y Alfredo Ramos